Gobi (en la foto de arriba), un cachorro de ocho meses, llegó a Harmony Pet Clinic porque había estado vomitando y teniendo diarrea. También tenía muy poca energía, no jugaba como siempre y no comía. El dueño de Gobi dijo que hasta ahora ha sido un cachorro feliz y saludable, pero de repente hace unos días comenzó a sentirse enfermo y siguió empeorando. Tras un cuidadoso examen físico, nuestro veterinario, el Dr. Banga, descubrió que Gobi estaba deshidratado y le dolía el abdomen. También tenía pulgas. Gobi nunca recibió ninguna vacuna. En pruebas adicionales se descubrió que Gobi tiene infección por el parvo virus canino (CPV) y también tenía lombrices intestinales.
Pocos días después, Roxy, una cachorrita de ocho semanas, fue presentada a la Clínica de Mascotas Harmony por no comer y vomitar. Roxy también estaba muy letárgica. En el examen físico se encontró que Roxy estaba deshidratada y con dolor en el abdomen, pero también tenía bajo peso. Roxy solo tenía un conjunto de vacunas y era demasiado joven para recibir más vacunas todavía. Pruebas adicionales revelaron que Roxy también tenía infección por el virus parvo canino e infestación de anquilostomas.

Tanto Gobi como Roxy fueron tratados por infección por parvovirus con líquidos intravenosos, antibióticos intravenosos, inyecciones contra las náuseas y desparasitante. Mientras que Gobi se recuperó bien en 3 días y se fue a casa pero el estado de Roxy empeoró. Después de 4 días de hospitalización, desarrolló niveles muy bajos de proteínas en sangre (hipoprotenemia) y tenía hinchazón en la cara y el abdomen.

Para ayudar a Roxy a aumentar sus niveles de proteína en sangre, le administraron una transfusión de plasma canino. Después de la transfusión de plasma, Roxy comenzó a recuperarse inmediatamente. Pasó otros 4 días en la clínica para recibir tratamiento, que incluía principalmente antibióticos, desparasitante y medicamentos para las náuseas.


Después de 8 días de hospitalización y tratamiento intensivo, Roxy se recuperó por completo y se fue a casa. Antes de enviar a Roxy a casa, nos aseguramos de que no tuviera más vómitos ni diarrea y que comiera bien.
Hay algunas lecciones clave de la historia de recuperación de Gobi y Roxy:
- – Los cachorros no vacunados son susceptibles a la infección por el virus parvo canino.
- – Los cachorros no vacunados deben vacunarse lo antes posible y protegerse de la exposición al virus.
- – Los gusanos son muy comunes en los cachorros. Los gusanos que se ven comúnmente son anquilostomas, ascárides, tenias, tricocéfalos, etc.
- – Es muy importante realizar pruebas fecales para detectar gusanos y desparasitar a los cachorros varias veces mientras crecen y luego al menos una vez al año.

